Esta segunda
semana en casa he empezado a notar la oposición a las cosas que deseo hacer. No
puedo dormir mucho ni bien, a veces el enemigo intenta hacerme pensar que no
tengo tiempo para leer las escrituras, pero con la ayuda del Señor puedo y sigo
adelante.
El lunes como
cada lunes nos centramos en pasar tiempo en familia, fui feliz al recibir
mensajes de los misioneros a los que escribí el domingo, la verdad que el poder
recibir noticias de ellos me hacen feliz porque me ayudan a mantener el Espíritu
misional en mi día a día.
El seguir en
contacto con exmisioneros, miembros, conversos y demás en Argentina me ayuda
muchísimo, el cambio a la vida es muy brusco y en muchos casos es demasiado
rápido porque la universidad empieza según llegamos, pero el terner este tiempo
para adatarme es GENIAL, algo que me gusta que hacen mis papas es que ellos NO
son los que se adaptan a mi, soy YO la que me tengo que adaptar a ellos, es
genial porque asi no tengo el problema de cerrarme en mi misma porque ‘’aun
estoy en mi zona de confort’’. Es difícil, pero es posible.
Esta semana
estuvo cargadita de milagros, fue bastante especial porque me di cuenta que
puedo seguir apreciando TODOS los milagros que veo cada día, eso es algo que aprendí
hacer en la misión y también me ayuda en la adaptación porque puedo seguir
sintiendo el Espíritu, algo que realmente necesitaba y se necesita CADA DIA.
Quiero volver, es el sentimiento que he tenido durante toda la semana...
Gracias por tu blog!! Me encanta
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